La presencia de jaguares en un área es un indicador de la
salud del ecosistema, porque quiere decir que las poblaciones de sus presas
-chanchos de monte, antas, venados, tatús- están bien. Y si estos herbívoros
están en buenas condiciones, la vegetación también.
La piel tiene fondo amarillo rojizo, excepto en el interior
de las orejas, en la parte inferior del hocico, las mandíbulas, la garganta y
demás partes bajas del cuerpo, donde el color es más pálido; en la parte
inferior de las patas predomina el blanco. Además tiene las características
manchas negras, tipo rosetas, redondas, alargadas o rayas irregulares que se
bifurcan en la cruz y vuelven a juntarse en el lomo, formando en los flancos
líneas más o menos paralelas; más pequeñas en la cabeza, el cuello y las patas
que en el resto del cuerpo. La cola tiene anillos en su tercio posterior. No
hay dos jaguares con el mismo patrón de manchas.
Son parecidos al leopardo de Asia y África, pero el jaguar
es más robusto, tiene cabeza más grande y cola más corta. Además, aunque el
jaguar es buen trepador, no pasa tanto tiempo sobre los árboles; su pelaje
también es más anaranjado y tiene las rosetas más grandes que el leopardo. No
atacan a los hombres como los leopardos, que sí tienen registros de ataques al
hombre.
El peso de un jaguar adulto va de 45 a 130 kg dependiendo de
la subespecie, pudiendo llegar a pesar 150 kg. Las hembras son entre un 10 y 20
por ciento más pequeñas que los machos.
Su longitud es de 1.70 a 2.30 m, y una altura hasta la cruz
de unos 85. Su cola mide entre 45 y 75 cm.
La esperanza de vida de un jaguar en cautividad es de 22
años. En el entorno salvaje probablemente es de 10 años, excepto en raras
ocasiones que puede llegar hasta los 20 años.
En contraste con los otros grandes felinos, el jaguar gruñe
pero rara vez ruge.
Posee hábitos nocturnos, aunque tiene algo de actividad
durante el día. Gracias a estudios de radioseguimiento se ha sabido que suelen
estar activos el 50 a 60 % del día (contando las 24 horas; según otro estudio
con cámaras de trampeo en Bolivia pueden estar activos a cualquier hora del
día, con picos desde al amanecer hasta media mañana en ambas épocas (5:00 –
10:00 horas) y por la noche (20:00 – 0:00 horas) más pronunciado en la época
lluviosa.
La agudeza de sus sentidos del olfato y el oído y sus habilidades
para correr, trepar árboles, nadar y moverse agazapado tras una presa lo
convierten en excelente cazador.
Al estar habituado a biomas selváticos con poca luz (aunque
su área de dispersión llegó a abarcar praderas y estepas), posee ojos nictálopes,
que permiten una notable visión en la oscuridad, merced a una membrana
reflectante en el fondo del ojo que concentra la luz en el campo focal de la
retina. (Esta es la razón por la cual cuando enfocas con una luz a un gato en
la noche, sus ojos parecen iluminarse, porque reflejan mucho la luz).
Por otra parte, y a diferencia de otros felinos, son
excelentes nadadores y están también adaptados para la caza de presas acuáticas
y subacuáticas desde la superficie; en tales casos, las vibraciones de los peces,
yacarés y tortugas les llegan nítidamente a través de sus patas y bigotes.
Su olfato está muy bien desarrollado y puede detectar por el
olor presas a bastante distancia, en tales casos abre la boca facilitando así
una mejor llegada de las moléculas odoríferas a sus órganos olfativos.
El tamaño y la defensa de sus territorios varía en función
de la disponibilidad de alimento y de lasoportunidades de reproducción. Durante
el día los machos suelen desplazarse unos 3,3 km y las hembras 1,8 km por sus
territorios. Ambos sexos tienden a desplazarse mayores distancias en la época
seca, posiblemente por la mayor escasez de alimento.
Los machos tienen territorios mayores que los de las hembras
y aunque estos territorios no se sobreponen con el de otros machos, si lo
pueden hacer con los territorios de algunas hembras adultas. La delimitación
del territorio, lo hacen mediante marcaje de orina, excrementos u otro tipo de
señales, como rascaduras en árboles o vocalizaciones. En caso necesario para
defender el territorio, pueden llegar al enfrentamiento directo.
Los territorios de los machos alcanzan extensiones hasta de
380 km2, mientras que las hembras ocupan territorios hasta de 134 km2 en
promedio . Cuando el hábitat es óptimo y la densidad de jaguares es alta, los
machos ocupan pequeños territorios de aproximadamente entre 30 y 50 km2,
mientras que una hembra entre 15 y 25 km2
Las hembras alcanzan la madurez sexual entre dos y dos años
y medio, mientras los machos entre tres y cuatro años de edad. La última reproducción
suele ser a los 8 años .
Aunque durante la mayoría del año el jaguar es un animal
solitario, llegada la época de celo buscarán un compañero o compañera; la época
de cela en los trópicos no está limitada a ninguna estación del año en
particular, aunque en algunas áreas geográficas se puede encontrar la época de
reproducción asociada a alguna época climática especifica. Esto ocurre en zonas
donde las estaciones hidroclimáticas son muy marcadas y pueden influir en la
disponibilidad de presas. Por ejemplo, Leopold (1959) menciona que en México
los nacimientos ocurren entre julio y septiembre, pero éstos varían
geográficamente.
Entonces pasarán 4 o 5 semanas con la pareja elegida.
Durante el celo el comportamiento de la hembra cambia. Su apetito no decrece,
pero gruñe, se frota contra objetos y rueda en el suelo frecuentemente. Durante
el apareamiento, la hembra es ruidosa, mientras el macho no.
Tras un periodo de gestación de alrededor de entre 93 y 110
días (unos 100 días de media) la hembra selecciona un lugar protegido para dar
a luz a sus crías. El nacimiento suele ocurrir durante la estación de lluvia,
cuando hay mucha comida y entre los matorrales impenetrables de la selva.
Elige lugares como cuevas, huecos entre las raíces de los
árboles, matorrales o rocas y en los taludes que se originan en las orillas de
los ríos.
Tienen partos de 1 a 4 cachorros, que al nacer son ciegos y
pesan entre 700 gr y 900 gr. Los cachorros nacen con un pelaje largo, lanoso y
de color pálido, con un patrón moteado de manchas negras redondeadas con
coloración pálida en el centro, curiosamente en la cara presentan rayas negras.
Toman la coloración definitiva de adulto a los 7 meses. Después de 2 semanas
abren los ojos.
Las hembras se encargan exclusivamente del cuidado de las
crías. Al principio la madre y sus crías viven en una madriguera en el suelo o
en un árbol y, en situaciones de peligro, traslada las crías con la boca.
Después de 6 u ocho semanas, los pequeños acompañan a su madre en sus
excursiones. A partir de los 3 a 6 meses dejan de mamar, y hasta los dos años
viven y cazan con su madre. A partir de entonces se independizan de la madre y
comienzan su proceso de dispersión y búsqueda de territorio propio. Este
proceso de dispersión coincide con el celo de la madre.
Influencia del Jaguar
El jaguar se utiliza ampliamente como un símbolo en la
cultura contemporánea. Es el animal nacional de Guyana, y figura en su escudo
de armas. También es el nombre de una marca de coches de lujo. El nombre ha
sido adoptado por las franquicias de deportes, incluyendo los Jaguares de
Jacksonville y los Jaguares de Chiapas F. C., también conocidos simplemente
como Jaguares, un equipo de fútbol profesional que participa en la Primera
División de México. El escudo de la Unión Argentina de Rugby también tiene un
jaguar dibujado, aunque se les apoda Los Pumas.
Importancia de la especie
El Jaguar es el depredador de mayor talla en el Neotrópico y
desempeña un papel ecológico fundamental, pues afecta las densidades
poblacionales de sus presas y es una factor limitante de éstas (Medellín et.
al., 2002). La desaparición de los jaguares puede causar cambios en los
ecosistemas. Eliminar a los grandes carnívoros de un ecosistema tiene un
impacto en la abundancia de diversas especies, ya que su ausencia puede generar
el crecimiento poblacional de las presas y de depredadores de menor tamaño;
esto, a su vez, puede tener implicaciones severas en la dinámica de la comunidad
y el ecosistema, que finalmente conduzcan a sistemas ecológicos simplificados y
empobrecidos.
Cómo caza el Jaguar
El jaguar es más activo durante el atardecer y la noche.
Siendo un corredor de corta distancia bastante rápido caza su presa
principalmente en el suelo. Es un gran nadador y puede incluso cruzar ríos con
una anchura de varios kilómetros.
El jaguar pasa más del 50% de su tiempo cazando y, entonces,
puede cubrir una distancia de 3 o 4 km al día e incluso más durante sequías
cuando hay poca comida. El jaguar tiene un territorio fijo que puede cubrir
hasta 40 km2.
El jaguar es considerado un carnívoro oportunista y su dieta
depende de la densidad y disponibilidad de las presas. Más de 85 especies han
sido registradas en la dieta del jaguar (Seymour 1989). Las grandes presas,
como pecaríes, tapires y ciervos son de sus favoritas, aunque también se
alimenta de otros mamíferos como monos y el oso perezoso, dependiendo siempre
de su disponibilidad en cada lugar. Hay que tener en cuenta que por ejemplo los
grandes herbívoros están en menor cantidad en la selva que en zonas más
abiertas, donde son más tendentes a formar grandes grupos; esta es una de las
causas que marcan la diferencia en su alimentación en selvas y zonas abiertas.
También caza ranas, tortugas, serpientes e incluso puede atacar a caimanes,
aunque sean significantemente más grandes que él. También come peces y pájaros
que tienen sus nidos en el suelo.
En lugares donde habita el jaguar y hay ganado se dan casos
de que cace a estas presas fáciles, debido a la escasez de sus presas naturales
y la pasividad de estas nuevas presas.
El jaguar come sus presas pequeñas enteras y de inmediato.
Cuando caza una presa grande, come una parte y se retira para hacer una siesta
y luego regresa más tarde para acabársela. Si un jaguar mata a un animal fuera
del bosque se lo lleva adentro. A veces incluso arrastra su presa a través del
río.
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